martes, 16 de junio de 2009

¿Cuándo dejé de existir?

¿Cuándo dejé de existir?
¿Cuándo perdí la fe en mí mismo?

Aún recuerdo los días en los que soñaba.
Días inolvidables.
Días en los que todo era absurdamente sencillo.

Aún recuerdo los días de humo y de calor.
Días inolvidables.
Días en los que los sentimientos afloraban.

¿Y hoy?

¿Y el mañana?

No existe el mañana.
No existe el mañana porque he dejado de soñar.
No existe el mañana porque he dejado de existir.