jueves, 6 de noviembre de 2008

Con la oreja en la pared

Capítulo 1

Esta es la historia de un chico, el cual siempre pensaba antes de actuar, y siempre actuaba demasiado tarde. Su vida siempre había sido monótonamente aburrida, siempre cerrado en si mismo delante de una pantalla de ordenador. Su paciencia, así como su cobardía alcanzaban cotas surrealistas para cualquier otro humano. Siempre se reían de él por sus defectos físicos y por su mala vida: ‘jajaja’ se reían los niños mientras lo señalaban y gritaban: ‘se te quedarán los ojos tan grandes como a los peces jajaja y tan rojos como tomates, vivirás como un gusano escondido entre mariposas que nunca podrá crear un capullo para mejorar su vida, jajaja’. El chico, triste, siempre volvía deprimido a casa mientras pensaba ‘debería haberles dicho esto, debería haberles dicho aquello’ pero nunca lo decía a tiempo, las palabras llegaban a él demasiado tarde y el momento de decirlas había pasado. Con la carga de sus pensamientos y los gritos en su cabeza día a día se iba a dormir deseando no despertar al día siguiente. Pero eso no ocurría, su vida seguía adelante empujada por un cruel destino que le impedía integrarse en un mundo de serpientes.
Pasó el tiempo y el chico creció sumido en una profunda tristeza mental, y más que eso, de corazón. Debido a las burlas la relación con las personas de su entorno había sido inexistente, canalizando todo su dolor en destripar ordenadores y entrar en su mundo. Poco a poco comenzó a hackear pequeñas terminales, y no pudo pasar de ahí, el destino le había augurado una sorpresa.

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